Historia de la representación

En el año 2003 es nombrado como párroco al Real de San Vicente Don Javier Manuel García. En diciembre de ese año, Don Javier planteó a un grupo de parroquianos la posibilidad de hacer una pequeña representación de La Pasión por las calles del pueblo, aprovechando la belleza de los parajes naturales de la Sierra de San Vicente. La idea gustó y comenzaron los preparativos. Tenían que trabajar duro, porque la idea era estrenar el fin de semana del 3 y 4 de abril. Solo tenían 3 meses para preparar todo.


Comenzaron a hacerse los vestuarios, decorados… Por otro lado, se comenzó la selección de los candidatos para los papeles, lo cual era bastante difícil en un pueblo tan pequeño y con una obra de teatro que necesitaba tantos papeles masculinos (las mujeres siempre están más disponibles a colaborar con este tipo de actos).

Pero se consiguió. Gentes de todo tipo personas mas cercanas a la Iglesia y otras menos, de un partido político y de otro, ancianos, niños, jóvenes… ¡Todo el pueblo ilusionado!


Y llegó la representación y fue todo un éxito. Era la primera vez que se hacía algo así en el pueblo.  Era la primera vez que todos se unían para un proyecto común, olvidando rencillas o divisiones, ilusionados por algo juntos.


Pero ese verano, el Arzobispo decidió cambiar a Don Javier y destinarlo a otro lugar. ¿Qué pasaría con La Pasión? En agosto de 2004 llegó al Real el joven sacerdote Joaquín Garrigós, que providencialmente había dirigido una representación de La Pasión en los 3 últimos años en su anterior destino, Cebolla. Era “el enviado por Dios” para poder continuar con esta representación que tantos buenos frutos había dado.

Era tal el impacto de los habitantes de El Real, que cuando Don Joaquín llegó al pueblo la gente se le presentaba con su personaje de La Pasión: “Buenas, soy San Pedro… yo Pilatos…”. Hasta tal punto que él mismo cuenta que en su agenda del móvil tiene los teléfonos de la gente del pueblo según su personaje de la representación.

Entonces llegó el momento de ponerse con ello. ¿Seguimos con lo del año pasado, para la gente del pueblo, o hacemos algo para que venga la gente de fuera? En ese caso, había que mejorar varias cosas, sobre todo los decorados. La decisión fue unánime: “tiene que venir mucha gente a ver nuestra Pasión”. Manos a la obra. Ese año el trabajo se centró en los decorados.

 

El siguiente hito fue en el año 2010, cuando por primera vez se pudieron en contacto con nosotros la Junta de Cofradías de Talavera de la Reina para llevar nuestra Pasión al Teatro Palenque de Talavera. ¿Qué hacer? Nuestra Pasión está concebida para hacerse en escenarios naturales… ¿Tendrá la misma fuerza fuera del pueblo? ¿Cómo mover a tanta gente, aunque sea cerca? A pesar de todas las dificultades y haciendo algunos ajustes de guion y decorados decidimos actuar en Talavera. Y desde entonces han sido ya tres años los que hemos representado allí.

 

Y la última gran novedad llegó en el año 2015, cuando en colaboración con el Ayuntamiento se decidió hacer un Mercado Hebrero de artesanía durante todo el día, ambientando todo el pueblo en la Jerusalén del Siglo I. Los últimos tres años ha sido un gran éxito.